El Parlamento Europeo ha terminado aceptando las enmiendas de los países del sur de Europa, los principales productores de vino que pedían no poner el mismo baremo al vino y las bebidas destiladas y por lo tanto no criminalizar su consumo moderado en el primer plan europeo contra el cáncer.
Esta medida cierra la puerta a duras restricciones y advertencias en el etiquetado.
Este plan europeo afirmaba que todo el consumo de alcohol, sin distinción entre alta y baja graduación, elevaba el riesgo de desarrollar cáncer. Algo a lo que el sector del vino se negaba en rotundo entendiendo que hay estudios que demuestran que un consumo moderado es beneficioso para la salud.
Hay una palabra que cambia la redacción y el sentido de la mención al consumo de alcohol: ‘harmful’ (traducido del inglés como dañino o nocivo). Por lo tanto, se considerará mayor riesgo de desarrollar cáncer si el consumo es mayor del recomendado para un estilo de vida saludable, algo que también se recoge en la pirámide de la dieta mediterránea.
La eurodiputada del Partido Popular Dolors Montserrat, ha liderado esta propuesta que finalmente ha sido respaldada con una amplia mayoría, un total de 392 votos a favor.
Así lo ha anunciado por twitter la propia eurodiputada: