EXPERIENCIAS DEL WINE UP TOUR. CUENCA ES EL MOTIVO Y RESTAURANTE TRIVIO LA EXCUSA PARA VOLVER.

Una ciudad sin buena gastronomía, sin identidad en la cocina, por mucho turismo y muy bonita que sea solo se queda en un escaparate de edificios con historia que una vez visitada se convierte en una marca en la agenda donde dice “visitado”, como un cromo en el álbum del turismo.

Cuenca es ciudad patrimonio de la humanidad, ciudad para perderse en la que destaca una imagen icónica reconocida en el mundo entero: sus casas colgadas.

Éste fue el destino de mi primera excursión de colegio, quizá por ello guardo un bonito recuerdo. En mi etapa profesional también ha sido recurrente en los viajes para gestionar documentación y en la parte familiar, siempre que puedo me escapo a disfrutar de esta ciudad patrimonio de la humanidad.

Cuenca es ciudad y provincia de grandes vinos. El Wine Up Tour viaja a todos los sitios donde se cuida y por lo tanto, hay buena oferta gastronómica.

Uno de los restaurantes que más está sonando tanto a nivel provincial como regional es TRIVIO del chef Jesús Segura, cocinero revelación de Madrid Fusión 2012 y acompañado como responsable de sala y sumiller de Cristina de la Calle. Allí donde se entiende y respeta el vino intento estar con mi propuesta de enoturismo inverso, y eso sucedió el pasado viernes 8 de junio.

Una cena en la que se armonizó a la perfección los 7 vinos propuestos con 7 creaciones de Jesús Segura. Es difícil llegar a la perfección o incluso casi me atrevería a decir que sin existir, nos quedamos muy próximos a ella. Criterio, conocimiento, buena materia prima por parte del restaurante y grandes vinos por parte de las bodegas que me acompañaron en esta etapa del Wine Up Tour.

La cena comenzó con ERCAVIO AIRÉN 2017 de Bodegas Más que Vinos (Toledo). La Variedad Airén es autóctona de Castilla-La Mancha y por ella apostó desde sus inicios, poner en el lugar que se merece esta variedad que muchos han denostado. El vino en copa da la razón a sus creadores. Con la propuesta MADRE OSTRA de Trivio, demuestra carácter, y permite disfrutar. Un vino muy bebible que permite disfrutar.

Un segundo blanco desde Rioja, la propuesta de Bodegas Valdemar: CONDE VALDEMAR BLANCO 2017, porque la D.O.Ca. Rioja es mucho más que tintos. La propuesta de TRIVIO para este vino es fue VENTRESCA DE TRUCHA EN ESCABECHE ROJO. Un escabeche suave, muy bien trabajado, que respeta y potencia el sabor del pescado y que acompaña a la perfección el vino que destaca por su buena acidez y aromas florales con un toque sutil de fruta tropical.

La variedad verdejo muestra su tipicidad en vinos tan bien trabajados como BERONIA RUEDA VERDEJO 2017 de Bodegas Beronia (D. O. Rueda). Cuando se trabaja el maridaje o armonía es complicado hacerlo con alcachofa pero en este plato que proponía el chef, pudimos disfrutar de un maridaje perfecto: ALCACHOFAS A LA BRASA CON HOLANDESA DE ERIZO DE MAR. Beronia muestra carácter, untuoso y con persistencia alta. Una copa invita a otra.

En vinos Cuenca tiene mucho que decir. La D.O. Uclés es garantía de calidad para todos sus vinos y las bodegas acogidas están comprometidas con la calidad. Bodega Soledad proponía para este maridaje su BISIESTO TEMPRANILLO 2013 y TRIVIO, un plato que nos hizo disfrutar: LENTEJA CAVIAR CON FOIE. Un tempranillo delicado, con el tanino domado y buena carga frutal que acompaña y permite disfrutar de cada trago y de cada cucharada.

No se puede hablar de maridaje estrella, porque todo en la noche estuvo al máximo nivel, pero si destacaría esta propuesta sobre el resto: SECASTILLA (GARNACHA) 2013 de Pago de Secastilla – Viñas del Vero(D.O. Somontano) con SALTEADO DE SETAS, HUEVO DE CODORNIZ EN SOJA Y ESPUMA DE AJO. Aromas y sabores que se complementan, también texturas y persistencia en el trago. Secastilla es uno de los mejores tintos de España y en la cena lo demostró.

Unas de las mejores albóndigas que nunca he comido: ALBÓNDIGAS DE CIERVA. Un plato consistente y elegante, merece la pena ir a trivio por platos como éste. Para acompañar, había que poner un vino que estuviera a la altura: VERUM 2012 de Bodegas y Viñedos Verum (Vino de la Tierra de Castilla). Destaca la acidez para ser un tinto, acompaña muy bien y da equilibrio a platos potentes, pero también a pescados grasos. Intenso, persistente, un buen embajador de mi tierra, Castilla-La Mancha.

En el viaje a través de los vinos que propone el Wine Up Tour terminó donde empezó, en Oyón (Álava) y con Bodegas Valdemar que nos permite disfrutar en todas las catas del que es uno de los mejores reservas de la D.O.Ca. Rioja: CONDE VALDEMAR RESERVA 2011 que se armonizó, rompiendo lo tradicional con el postre: CHOCOLATE, PAN Y ACEITE. Da igual que no seas muy de dulces como yo, pedirás repetir plato, y vino que no falte!!