EL PROYECTO DEL MEDIATICO ARGUIÑANO. TAN BIEN “ELABORADO” COMO SU COCINA
- Se puede elaborar un vino con carácter universal sin renunciar al origen y lo autóctono
- Respeta el origen tomando lo mejor de cada zona.
Joaquín Parra Wine Up @ecatas
No siempre que viajo visito bodegas, bien por falta de tiempo, bien porque lo que me encuentro no es lo suficientemente atractivo. En algunas ocasiones, el Wine Up Tour me presenta la oportunidad de conocer nuevas zonas (rara es la ciudad española que no conozca ya) y en esas zonas, aprovechar para conocer esas “bodegas singulares” que tanto me aportan.
Detrás de un vino, además de arquitectura e inversión busco una historia que me emocione o que me inspire.
El pasado mes de Junio, tenía la oportunidad de viajar con el Wine Up Tour a Euskadi y Cantabria, con paso por Vinexpo (Burdeos). Tenía clara dos visitas en mi paseo el norte. Una de ellas, la mencionada feria Vinexpo, probablemente, la feria de vinos más importante del mundo (con permiso de Prowein). Visita de la que rendiré cuentas. La otra, es la que me obliga a escribir este artículo y retomar la serie de artículos bajo el concepto “Bodegas Singulares”. Esta bodega no es otra que K5 Txakolina.
Los vinos de ésta bodega, tienen firma de mi amigo Lauren Rosillo. Un profesional que entre sus virtudes está la de ser un grandísimo enólogo y en lo que yo conozco, una mejor persona. Además, paisano, manchego de pura cepa que elabora y muy bien el vino, allá donde lo llaman.
Con motivo de la guía de vinos online Wine Up que he comenzado a publicar, he ido actualizando las fichas de vinos catados y con ellos, las bodegas a las que pertenecen. Trabajo artesanal, vino a vino, bodega a bodega. Hace unos meses tomé buena nota de un vino que se conocía como “el vino de Arguiñano”, de hecho, en la botella la etiqueta es K5 Arguiñano. Al publicarlo, consulté en la web de la bodega y… sorpresa me llevé al ver que el director técnico era Lauren.
Con todo preparado y organizado, tiempo suficiente para llegar puntual, me pierdo y aparezco por Bardinet, la productora de Karlos Arguiñano donde paro a preguntar. En lugar de dar indicaciones, bajan a buscarnos y nos guían hasta la bodega, algo que se agradece cuando no conoces la zona. Mes de junio, pasada la primera quincena en la que se supone las temperaturas deben sobrepasar los 20 grados y apenas llegan a los 15, lluvia intermitente, clima raro para esas fechas, aún en el cantábrico. Lo que está claro es que aquella zona está verde y no es precisamente porque la pinten.
Subiendo para la bodega y ya apercibido, alzo la vista para ver la “nave espacial” que aterriza en medio de la colina y los viñedos. Formas curvas y lo que se antoja un ventanal rácano desde el exterior, en el interior sorprende porque tiene la medida justa para convertir las vistas en una auténtica postal panorámica de más de 20 metros de largo. Una arquitectura cuidada, un semicírculo empotrado en la montaña y rodeado de viñedos. La visita la hago acompañado de Julian Arruabarrena, uno de los 5 socios fundadores de la bodega. Conocedor del vino y de la zona, no en vano ha sido distribuidor de grandes marcas. Además, vasco de sentimiento y convicción (y esto tal y como están las cosas lo digo como virtud) con los ojos abiertos al mundo.
Puede parecer literatura, pero lo digo con total convencimiento. Se nota que detrás del proyecto hay un gran cocinero. Toma como ingrediente principal la materia prima autóctona. (la viña plantada es 100% Hondarrabi Zuri) y el entorno, pero como buen conocedor de cualquier tipo de guiso, no renuncia a lo mejor de cada zona. La arquitectura, sobria pero con ese toque que solo los genios pueden aportar tiene la firma del estudio de Alonso & Balaguer (catalán para más señas).
La bodega construida íntegramente en hormigón con tímidas aberturas de luz que tienen la posición y tamaño justo para disfrutar plenamente de las vistas. No puedo hacer más que halagos al proyecto y sobre todo, a la integración con el paisaje. No hay estridencias.
Los viñedos, en laderas, unos con más años que otros, pero con un perfecto conocimiento de lo que se tienen entre manos. Igual que el diseño de la maquinaria y depósitos de elaboración. Todo en su sitio, colocado y con la practicidad que una bodega necesita para trabajar en 10 días el fruto que supondrá un año de trabajo.
Con respecto a los vinos, ya he dicho quien hay detrás, Lauren y lo bien que está elaborando un vino “complicado” por la climatología y la acidez que tienen los Txakolís, aunque como el propio Julián decía, la bodega elabora VINO BLANCO, que además es Txakolí. Para mí una sabia reflexión de una bodega que tiene clara su aspiración de llegar a mercados internacionales.
Me considero privilegiado por poder catar los vinos en depósito. Aquí los vinos están “vírgenes”, sin correcciones, sin filtración, fieles a lo que era la uva. El placer de encontrar la fruta, la untuosidad una acidez bien domada… trabajo primero de control del viñedo y la uva. Después, la elaboración.
La crianza con sus lías aporta cremosidad al vino, que además le viene muy bien para controlar la acidez y convertirla en compañera de viaje de los aromas frutales, (mucha manzana verde), herbáceos y un toque floral.
En boca la elegancia y la intensidad van de la mano en el trago largo e intenso que recuerda la naturaleza del lugar.
Si catar un vino es una experiencia, catarlo en el lecho donde ha nacido, te lleva a comprender todos los matices que encuentras en la copa y más aún a comprender el “Leitmotiv” de la bodega, del entorno y de la filosofía que sus “hacedores” aportan al vino.
VINO:
K5 ARGUIÑANO
VARIEDAD: HONDARRABI ZURI
COSECHA: 2012
Nota de cata: Pajizo con reflejos oro, denso y brillante. Nariz intensa, herbáceos, heno recién cortado, cítricos (limón y pomelo) todo ello acompañado de un toque mineral. La boca es explosiva por una acidez muy alta que se ve sujetada en cierto modo por la densidad, untuosidad del vino. Muy largo, final devuelve los cítricos con un toque especiado que recuerda a jengibre.
Que el vino les aporte placer. Salud y Wine Up!!
Foto y textos ©Joaquín Parra Wine UP!.
@ecatas