Santiago (primera generación), Iván (tercera generación) y Galo López (segunda generación).

BODEGAS LÓPEZ CRISTÓBAL CELEBRA 30 AÑOS DE VINO DE FINCA EN RIBERA DEL DUERO

BODEGAS LÓPEZ CRISTÓBAL: 30 AÑOS DE APUESTA POR LOS VINOS DE FINCA EN LA RIBERA BURGALESA

Roa (Burgos), noviembre de 2024.- Bodegas López Cristóbal celebra tres décadas de dedicación al mundo del vino, un tributo a su rica herencia familiar que se remonta a más de 80 años. Fundada bajo la dirección de Galo López Cristóbal, tercera generación al mando, esta bodega se ha forjado en la Ribera del Duero burgalesa maximizando las virtudes de su tierra.

Los albores de este proyecto nacieron a mediados del siglo XX, cuando el abuelo de Galo empezó a sembrar las semillas de lo que hoy es una apasionante historia vitivinícola. En los años 80, junto a su esposa, Santiago López transformó la finca agrícola familiar en un futuro prometedor dedicado a viñedos propios, culminando en la creación de Bodegas López Cristóbal en 1994.

Con 70 hectáreas de viñedos distribuidos en diferentes pagos de Roa de Duero, la bodega se erige con un enfoque singular: la elaboración de vinos que reflejan la pureza y el carácter de su terruño. Estos viñedos, que incluyen zonas como La Linde, La Colorada, y valiosos viñedos viejos de Pedrosa de Duero, son la fuente exclusiva de sus vinos, herencia de un profundo respeto por la fruta y un compromiso con la calidad. “Nuestros vinos son fruto de una filosofía que integra el pasado con el futuro”, afirma Galo.

Tradición con relevo generacional.

El legado del vino continúa con la formación de Iván, hijo de Galo, quien actualmente estudia Enología y comienza a recorrer el camino que sus antepasados trazaron en el mundo vinícola. “La viña tiene que estar en un lugar primordial en nuestro proyecto. Buscamos siempre vinos más auténticos y personales”, añade.

López Cristóbal no solo se destaca por su enfoque en la calidad, sino también por su compromiso con la sostenibilidad. Prácticas de agricultura ecológica, junto a la diversidad clonal de sus viñedos, son reflejos de su enfoque innovador. Un ejemplo es su viñedo de Albillo Mayor, que alberga 14 clones diferentes, pieza clave en la lucha contra los efectos del cambio climático.

Con miras al futuro, Bodegas López Cristóbal se mantiene firme en su misión de elevar el vino de finca a nuevas alturas, celebrando un patrimonio que se renueva y se fortalece con cada generación.

 

Santiago (primera generación), Iván (tercera generación) y Galo López (segunda generación).

 

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